La inflamación de las encías se denomina GINGIVITIS. Normalmente se caracteriza por un sangrado al cepillado con el uso del hilo dental o espontáneo. La causa más frecuente para presentar una gingivitis es el acúmulo de placa. La placa está formada por restos de alimentos junto con la flora bacteriana que se adhieren a la superficie del diente y de los implantes. Esta placa si no es eliminada además de provocar gingivitis y caries se calcificará dando lugar al sarro.
Una gingivitis es reversible con una limpieza y buena higiene, eliminando los factores locales, podremos recuperar la salud de la encía.
Si la gingivitis provocada por la carga microbiana persiste se empezará a destruir el tejido de soporte que une la raíz del diente al hueso (ligamento periodontal) y el propio hueso. Esta pérdida de soporte es la ENFERMEDAD PERIODONTAL, que afecta tanto al diente como a los implantes.
LA BOLSA PERIODONTAL: en una encía sana podremos higienizar unos milímetros por debajo de ésta (con una correcta técnica), pero si tenemos una destrucción del tejido de soporte, del hueso que rodea al diente aparecerá una bolsa periodontal a la que el paciente no puede acceder en su profundidad para higienizar. Esto provoca el empeoramiento y avance de la enfermedad.
TRATAMIENTO DE LA ENFERMEDAD PERIODONTAL
1.- Valoración de la salud general del paciente y de la presencia de enfermedad sistémicas.
2.- Tras el diagnóstico y plan de tratamiento viene la fase higiénica o causal. Eliminar la placa y sarro supra y subgingival y enseñanza de nuevas técnicas de higiene al paciente.
3.- Fase correctora : facilitar la higiene y evitar acúmulo de placa. Se busca la eliminación del sangrado y de bolsas mayores de unos 4 mm, si es necesario cirugía periodontal.
4.- Fase de mantenimiento: El éxito del tratamiento es mantener los resultados obtenidos y que el paciente consiga poder mantener una higiene correcta. Se pautarán unas visitas periódicas para valorar la higiene del paciente y así prevenir recidivas de la enfermedad.